Agenda de Hillary Clinton en relación a Argentina

El Washington Post interviene en la controversia sobre los actos de la actual senadora y precandidata a la presidencia. ¿Qué hizo? Scaneó las 11 mil páginas de su agenda personal como primera dama y cualquier lector puede consultar esta fuente. ¿Qué dice el archivo sobre Argentina y Mendoza? Pasen y lean.

Por Mauricio Runno

The William J. Clinton Presidential Library liberó, el pasado 19 de marzo, 11 mil páginas de la agenda de Hillary Clinton en su calidad de primera dama de Estados Unidos. Estos registros traen un detalle de reuniones, acciones, viajes e iniciativas que Hillary Rodham Clinton realizó en aquellos años. El traspaso de esta información como material de información pública se debió, en parte, a la presión ejercida por un grupo de periodistas norteamericanos y también a los oficios de la organización "Judicial Watch".

El diario Washington Post fue más allá en la investigación generada a partir de conocerse la agenda pública de la actual senadora Hillary Clinton, en el período 1993-2001. Lo que hicieron sus editores fue scanear las páginas que integran esta suerte de archivo de una figura pública y ponerlo a disposición de sus lectores. Lo cierto es que es una fuente de información y archivo muy particular. Y por ejemplo, si uno ingresa la palabra "Argentina", dentro de la base de datos, los resultados arrojan una serie de reuniones y contactos que se relacionan con gestiones para nuestro país, la mayoría de ellas desconocidas o con escasísima o nula importancia.

Resultado 1: Página 3101, 28 de mayo 1998. Reunión en la Casa Blanca con Ester Sciavioni, Presidente del Consejo de la Mujer de Argentina. Participaron del encuentro la entonces esposa del embajador de nuestro país, Diana Custodio Guelar, Horacio Méndez, personal de la embajada y el contacto que figura como clave para la renión. La traductora fue Patsy Arizu. La reunión fue vedada para la prensa y se trató de un "Briefing for Children´s Miracle Network Event".

Resultado 2, Página 6003, 16 de octubre 1997. La primera dama arribó al país junto a su esposo, manteniendo reuniones oficiales con el presidente Menem y otros miembros de la oposición. Al día siguiente, fecha cara (sí, cara) para la patria, el matrimonio se trasladó a Bariloche. Allí el único acto oficial fue la "Declaración de Bariloche", un acuerdo ecológico para la conservación y cuidado de las áreas protegidas. Pese a las negativas del entonces ministro Corach acerca de que su administración sería "retada" por los frecuentes casos de corrupción, el canciller Guido Di Tella, días antes de la visita, manifestó: "es un tema de la agenda internacional, como son los derechos humanos", y considero que "el tema de la corrupcion es una desgracia internacional, una verdadera desgracia". La vista de Clinton y Hillary sirvió para tratar, además, el caso de la privatizacion de los aeropuertos argentinos, negocios en telecomunicaciones y el uso de Internet para transacciones comerciales.

Luego hay varios resultados, que aparecen en las páginas 6111, 6118, 6129, 6127, 6128 y 6136, 6138, 6140, 6143, 6144, 6145 y 6148 de su agenda relacionados a los aspectos burocráticos y administrativos de su viaje a Argentina, que había comenzando con una breve escala en Brasil. Hay un detalle de sus movimientos por Buenos Aires, Bariloche y un organigrama de sus vuelos de regreso a Washington, así como una guía de los hoteles en los cuales se alojaron.

Resultado 15, Página 6703, 11 de enero 1999. Esta vez la primera dama es parte del "State arrival ceremony for president Carlos Saul Menem of Argentina". El formato protocolar es todo un detalle de la Casa Blanca. A las 9,25 se abre la recepción diplomática para la prensa. Cinco minutos más tarde arriba Menem a la Casa Blanca. Por mal tiempo el vuelo se demora y recién una hora más tarde llega el ex presidente riojano. Es acompañado por el Jefe de Protocolo, Mel French, hasta los Clinton. Luego Bill le presenta a su vice, Al Gore, a la secretaria de Estado, Madeleine Albright. Luego de los saludos se entonan los himnos de ambos países. El mismo día, pero por la noche, Hillary tienen un encuentro privado antes de la cena. Y no justamente con el hombre de Anillaco, sino con representantes de organizaciones filantrópicas y de derechos humanos (Eli Segal, de Welfare to Work, Harris Wofford y John Gomperts, de la Corporation for National Service, Nick Bollman, presidente de la Fundación Irvine, Chris Kwak, de la Fundación Kellogg, Suzanne Aisenberg, de la Atlantic Philanthropic Service y Nancy Rubin, de la comisión de derechos humanos de Naciones Unidas, entre otros). Pero, claro, a la hora de la cena, acompaña a su marido como anfitrión de Menem. Según el protocolo hubo diez minutos en el pórtico, de riguroso black tie, como única pausa para tomar fotografías del terceto en cuestión.

Resultado 18, Página 13810, 19 de julio de 1996. Estamos en Atlanta, estimados, se realizan los Juegos Olímpicos, y, claro, aunque Menem no lo hizo, debía estar. Participó de una reunión de no más de 50 personas, en la que se presentó al Comité Olímpico Internacional. Existe una anécdota sobre este encuentro ya que Hillary con Menem se sacaron fotografías con un pedazo de césped del Estado Olímpico, que se mantuvo en exposición en el Olimpic Family Lounge durante lo que duró la competencia internacional. Otro dato inquietante: la ceremonia de apertura fue vista por 3 billones y medio de televidentes.

El curioso que ingrese la palabra "Mendoza" en los archivos clasificados por el Post se sentirá un tanto defraudado: apenas dos resultados con ese tópico en la agenda de 8 años de Hillary. Pero nada relacionado con la provincia, sino un médico de un Hospital Público (Emannuel Mendoza) y una reunión con una ignota Estela Mendoza. Quizá habrá que esperar nuevas revelaciones de la precandidata presidencial norteamericana, aunque, por lo visto, no parece estar muy interesada en el tema.

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